Sunday, April 3, 2011

Ray Monk. Wittgenstein, el deber de un genio


El texto trata sobre un filósofo genial, Ludwig Wittgenstein y su trayectoria vital, desde su aristocrático hogar infantil, en Viena, hasta su muerte, en 1951 en Inglaterra, pocos días después de completar unas líneas de su libro, “Sobre la certeza”, con plena conciencia de que su próximo deceso.

Wittgenstein dejó honda huella en la filosofía a pesar de no haber publicado en vida nada más que su Tractatus Logico-Philosophicus, y una modesta crítica de un libro de lógica (aparte de un diccionario, abajo comentado, que no apareció con su nombre). No obstante, su fama se extendió por todo el mundo y conquistó una cátedra en Cambridge alcanzando de justeza las condiciones académicas necesarias para ello. Una situacion en el que su mentor Bertrand Russell y su amigo John Maynard Keynes, tuvieron mucho que ver. Sin embargo W. jamás se adhirió a la enseñanza universitaria y posteriormente renunció a su cátedra al juzgar que no tenía mucho más que decir y no era cosa de repetirse.

Otra excentricidad inigualada hasta ahora, consiste en abandonar el ambiente universitario, luego de escribir su Tractatus en las trincheras de la Primera Guerra Mundial (un lugar obviamente muy poco apropiado para tal menester), para enseñar como maestro de primaria en un perdido pueblo de los Alpes austriacos. Fue allí donde escribió un diccionario de la lengua alemana para uso escolar, adoptado luego por las autoridades pedagógicas de la región.

La vida y la muerte de Wittgenstein muestran una conducta insobornable que asombra en este mundo acomodaticio en el cual tener un puesto seguro y una renta estable es la ambicion de la mayoría. Algunos se escapan de esta norma, pero no desarrollan una orientación filosófica que conmueva a los interesados en la filosofía como lo hizo Wittgenstein. Evidentemente para todos es posible ser original y creativos, pero muy pocos logran, además, que el producto de tal trabajo deje admirados a sus contemporáneos.

Wittgenstein fue inflexible consigo mismo, igual que con sus discípulos y colegas. Su carácter no era próximo a la negociación ni a los compromisos en las cuestiones que le importaban. Visto desde esta perspectiva se comprende lo que escribió poco antes de morir:

Puede que Dios me diga: “te juzgo a partir de tus palabras. Tus propias acciones te han hecho estremecer de disgusto cuando has visto que otros las cometían.” (pág.522)

Ray Monk escribe sobre la vida de W. y su trabajo filosófico. Un libro imprescindible para entender los cambios en su pensamiento y el hilo conductor a través de esas modificaciones: su búsqueda implacable de la verdad sin enredarse en las múltiples trampas que el lenguaje nos tiende a cada paso.

El libro cumple un doble propósito: ponernos al día de la vida y avatares de un filósofo importante del siglo XX y, simultáneamente, proporcionarnos una guía de lecturas y un inicio de comprensión de su filosofía.

Un ejemplo de lo último podría ser este análisis de Monk:

“Comprender el humor, al igual que comprender la música, nos proporciona una analogía para comprender la concepción que Wittgenstein tenía de la comprensión filosófica de las cosas. Comprender no es descubrir hechos, ni extraer inferencias lógicamente válidas de premisas aceptadas –ni, menos aún, construir teorías-, sino que consiste en adoptar el punto de vista adecuado (desde el cual “ver” el chiste, oír la expresión de la música o ver la manera de salir de la niebla filosófica). Pero ¿cómo explicamos o enseñamos lo que queremos decir con el “punto de vista adecuado?”(Pág.480)

… y no sigo con la respuesta que proporciona el mismo Wittgenstein porque ocupa media página y además tendría que seguir, luego con el comentario de Monk; resulta más práctico que el lector(a) lo descubra por su cuenta.

Monk se lee sin dificultad, aunque con la necesaria reflexión que demanda una biografia filosofica(no es una novela). El libro ayuda a los que se interesan particularmente por la obra del filósofo, un excelente esfuerzo de divulgación.

Monk((1990), Monk, Ray, "Ludwig Wittgenstein. El deber de un genio", Anagrama, Biblioteca de la memoria Traducción de Damián Alou, Barcelona, 2da.Edición, 1997, Tit.Orig: Ludwig Wittgenstein. The Duty of Genius, Jonathan Cape, London, 1990

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