Fue una niña prodigio y una mujer de portentoso talento.
De madre criolla analfabeta y padre militar español, aprendió a leer a muy corta edad en el nada feminista siglo XVII y tuvo la osadía de consagrar su vida al estudio y la escritura y no a su marido y a su progenie. Para ello se hizo monja, primero carmelita y luego jerónima, no tanto por vocación divina como por necesidad de encontrar un espacio para sí misma y para dedicarse al conocimiento.
http://cultura.elpais.com/cultura/2017/03/29/actualidad/1490761165_233141.html
Wednesday, March 29, 2017
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment